¿Quién no conoce al Gato de Cheshire?, ese animalejo tan característico, extraño yescalofriante que puebla las sombras de la obra maestra Alicia en el País de las Maravillas y de su segunda parte A través del espejo y lo que Alicia encontró allí. Una sonrisa que, una vez desaparecido el ser, queda, de manera esponjosaSigue leyendo «La diabólica sonrisa de Cheshire»